miércoles, 30 de diciembre de 2009

Pandorum



Historia:

Pandorum cuenta como dos miembros de la tripulación de una nave espacial se despiertan en sus cámaras de hibernación sin recordar nada de lo que ha sucedido, quienes son, cuál era su misión o por qué, aparentemente, son los únicos supervivientes.

Conforme se adentren en las zonas más profundas de la nave, descubrirán que no están solos y desvelarán el terrible misterio que rodea la desaparición del resto de la tripulación y de los pasajeros. Pronto se darán cuenta de que mantenerse con vida es mucho más importante de lo que puedan imaginarse: es el único modo de evitar la extinción de la raza humana.





La película de Christian Alvart es un buen ejemplar de terror espacial, está bien rodada y su generosa factura técnica hace que entre por los ojos, indiferente a que guste o no la historia. Se deja ver, en pocas palabras, y eso que en numerosas ocasiones dicha visión se complica por culpa de una cámara con parkinson en secuencias de acción, una moda tediosa heredada del cine de esta década.

La historia involucra a un grupo de astronautas que despiertan en sus cápsulas de hiper-sueño, con serias lagunas mentales. La nave espacial parece sumida en una oscuridad inescrutable, devorada por el óxido y la despreocupación de a saber cuanto tiempo. Bower, el Teniente Payton y resto de tripulantes comienzan a sospechar que las lagunas mentales podrían tener relación con Pandorum, un fenómeno que se refiere al Síndrome Orbital Disfuncional, causante de delirios, alucionaciones y paranoias. Para su desgracia, tendrán que enfrentarse además a otros problemas a bordo de la nave. No están solos.



el potencial que despunta este terror psicológico, Pandorum no se conforma y arriesga presentando otra línea argumental, con horrores más físicos y palpables.

Puede que aquí se note más esa mezcla de guiones que comentaba párrafos atrás, ya que la mezcla de ambas tramas no cuaja tan bien como debería, parecen distantes en todo momento, y es algo que decepciona en cierto modo, por la sensación que da al final de querer abarcar mucho y apretar poco. De hecho retorcer tanto el guión hace que salgan agujeros argumentales en varias ocasiones, apelando al desconcierto del público y el caos visual con que narran la historia, para no dejar tiempo a reflexiones.

La inclusión de esta segunda rama de horror también hace que la película caiga en algunos estereotipos que no benefician a su propuesta inicial, más experimental que comercial. Y es que a partir del primer acto Pandorum se parece más y más a un “The Descent” en el espacio.

Por fortuna todo este caos, consciente e inconsciente, contribuye a generar inquietud y desconcierto, que es la baza principal del horror de Pandorum, y al final te quedas con un buen recuerdo, perdonando casi todo. A esto ayuda también el buen hacer técnico,el excelente diseño de sonido, de arte, fotografía y maquillaje. Quizás peca demasiado de recurrir a la subida de volúmen para asustar, confundiendo como tantos directores susto con impresión, pero eso no quita de que también tenga sustos más currados e integrados en el suspenso.

Aunque la vi en vídeo, con una buena pantalla LCD y un buen teatro en casa, es recomendada para verla en pantalla gigante.

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